lunes, 29 de noviembre de 2010

Ellos


Por Esteban Martínez Covarrubias

Una simple reflexión. Nunca termina de sorprenderme el carepalismo de la gente de la Concertación. Ellos, que durante 20 años de gobierno no fueron capaces de mejorar en siquiera un punto la calidad de la educación chilena sino que, muy por el contrario, aumentaron las brechas sociales profundizando un modelo educativo de mercado diseñado durante la dictadura de Pinochet. Ellos, que jamás movieron un dedo por la educación pública sino que, muy por el contrario, fomentaron y ampararon la creación de cientos de colegios particulares subvencionados de pésima calidad, dejando en el absoluto abandono a los liceos municipales.

Ellos que nunca dieron pelea alguna por la carrera docente sino que , muy por el contrario, hicieron vista gorda frente al que decenas de universidades abrieran la carrera de pedagogía sin un puntaje PSU mínimo de ingreso. Ellos, que fueron ejecutores y cómplices a la vez de un sistema que terminó cayendo pro su propio peso y que hoy nos arroja pésimos resultados a nivel nacional. Ellos que incluso se enriquecieron a costa de la mala educación de miles de niños chilenos, participando en el directorio de "fundaciones educativas", universidades, institutos o centros de formación técnica. Ellos que son los grandes culpables del fracaso que hoy vivimos.


Ellos. Socialistas, Pepedes, Democrata Cristianos, Radicales... ¿Ellos vienen hoy a criticar las medidas que el gobierno de Sebastián Piñera piensa adoptar en materia educativa?

¡H I P Ó C R I T A S!

Nadie del mundo de la Concertación, por un asunto de dignidad, debería tener derecho siquiera a levantar el dedo en este tema. El gobierno de Sebastián Piñera en menos de un año ha hecho más que de lo que la Concertación hizo en 20. Piñera al menos ha enfrentado el tema tomando medidas prácticas al respecto. Ha intentado mover un poco el piso entendiendo el que ya no se puede estar peor y que lo que se lleve adelante en materia educativa, en el peor de los casos, mejorará un poco el escenario actual.

Si las medidas son buenas, malas o insuficientes, aquello es materia de discusión y lo abordaré en mi siguiente comentario. Pero hoy, sólo le quiero dedicar estas lineas al sector más caradura de la política chilena. Ese que se pudre hoy fuera del poder sin ideas, sin convicción ni sentimiento. Ese que se hizo rico basado en un discurso en contra de la figura de Pinochet y la dictadura. Ese que nos vivió metiendo miedo acerca de lo nefasto que sería "un gobierno de derecha" y hoy cuando vivimos en uno nos damos cuenta de que nada ha cambiado, sólo las caras. Las políticas son las mismas, los discursos parecidos, la dirección de país idéntica. Con una salvedad eso si. Al menos la derecha se reconoce libre mercadista abiertamente. Pero ellos venden la mentira, el discurso y la pancarta. Y ellos... dan asco.

martes, 16 de noviembre de 2010

Voto voluntario II

Chile: La democracia de unos pocos (2da parte)

En Chile cada día son menos los pobres que votan. El país que habitamos se construye por las clases altas del país. Esta realidad es necesario modificarla, sin embargo la solución no pasa por el voto voluntario. Si vamos a discutir acerca de calidad democrática... hagámoslo en serio.

Por Esteban Martínez Covarrubias

En mi comentario anterior argumenté el que existe una directa relación entre la calidad educativa de nuestros ciudadanos y el interés juvenil por la política. Independiente de que la calidad democrática chilena sea penosa los jóvenes en Chile no votan porque son ignorantes de su realidad. Y esto se debe principalmente al bajo nivel educativo que poseemos como país. Y si no me cree (o no quiere creerme) lo invito a que revise la siguiente tabla, esta muestra que porcentaje de los inscritos en cada comuna corresponden a menores de 30 años (*1):




Para dejarlo bien en claro. Lo que afirma la estadística es que en La Granja, del total de inscritos en los registros un 5% tienen menos de 30 años mientras que en Lo Barnechea, entre todos los que votan, un 25% se encuentra en este rango. En pocas palabras: En La Granja el padrón electoral envejece y disminuye en cada elección mientras que en Lo Barnechea se mantiene intacto ya que se renueva.


Esta situación presenta un problema evidente. Siguiendo el ejemplo presentado y manteniendo las actuales estructuras sociales, dentro de 30 años en la Granja votará muy poca gente mientras que en Lo Barnechea un porcentaje alto de la comuna votará, es decir, en medida que pasan los años, poco a poco las decisiones del país se tienden a tomar en las comunas de mayores ingresos del país. Las clases medias y bajas chilenas son completamente funcionales a un modelo económico escogido por los sectores "acomodados" del país.

Luego, teniendo completamente claro el fenómeno que elección tras elección ha ido erosionando nuestra calidad democrática nos debemos realizar la siguiente pregunta: ¿Representan la inscripción automática y el voto voluntario la solución al problema? De acuerdo a mi opinión la respuesta es claramente negativa.

La idea de que estas medidas mejorarán de por si la calidad democrática de nuestro país es absurda. Existen varias teorías en torno a quienes no se inscriben en los registros electorales, las principales afirman que : deciden mantenerse al margen por alguna razón ideológica (no ser parte del sistema podría ser) o que simplemente "les da lata" realizar el trámite físico de ir a inscribirse. Pues bien, el voto voluntario no atiende a ninguna de las dos "necesidades" mencionadas.

Quienes sostienen una razón ideológica para no votar (los menos, claro está) son indiferentes frente a si el voto es voluntario u obligatorio. No votarán mientras el sistema no cambie pero este sistema se modifica mediante el voto. Luego ellos viven en un espiral sin salida. Ahora, quienes no se inscriben "por flojos" tampoco se motivarán a votar pese a encontrarse inscritos automáticamente, ya que si ir a inscribirse implicaba cansancio para ellos , el efectivamente votar si que representará un esfuerzo físico importante (levantarse, ir a un colegio, hacer una fila, sacar un lapiz, marcar una linea, borrar con una goma si se cometió un error, ingresar el voto en una caja, volver a la casa, etc).

Ahora, en lo práctico la discusión entre una inscripción automática o voluntaria me parece irrelevante. Lo que si no puede seguir existiendo en Chile es una inscripción voluntaria y un voto obligatorio (como funciona actualmente el asunto). Es irracional que alguien sea multado por no votar siendo que la prácticamente 4 millones de chilenos tampoco lo hacen pero se salvan de la multa por el hecho de no estar inscritos. El sistema chileno invita a inscribirse a los jóvenes pero luego los multa (y no con poco dinero) si es que no le interesa participar en las elecciones. Eso no puede continuar.

Luego las dos fórmulas que se discuten en el congreso parecen sensatas: inscripción automática al cumplir 18 años + voto voluntario (opción apoyada por el PPD, PS y la derecha) o inscripción automática a los 18 años + voto obligatorio con la posibilidad de voluntariamente eliminarse de los registros electorales (opción de la Democracia Cristiana). Ambas fórmulas creo son aceptables y sea cual sea la que se imponga finalmente vendrá a mejorar el actual sistema electoral chileno.

Pero creo necesario sincerar de una vez por todas el discurso. Si vamos a discutir sobre la calidad de nuestra democracia hagámoslo en serio y pongamos los temas de verdad sobre la mesa: financiamiento de las campañas electorales, término del binominalismo y la exclusión completa de las minorías, discusión de las iniciativas populares, finalizar con las trabas para que dirigentes sindicales puedan optar a cargos públicos, etc.

Es necesario que el sistema en algún momento se equilibre un tanto hacia quienes no tienen la posibilidad de expresarse hoy en día. Por un Chile más justo y digno.

Saludos. Opinen.

miércoles, 3 de noviembre de 2010

Voto voluntario I

Chile: La democracia de unos pocos (1ra parte)

Parte importante de las nuevas generaciones no se interesan por la política pese a que esta afecta directamente sus vidas. Y si bien hay muchas razones que explican este fenómeno soy un convencido de que el principal motivo por el que los jóvenes no muestran interés por la política guarda relación con la ignorancia generalizada en la que viven.

Por Esteban Martínez Covarrubias

Hay realidades que derriban teorías. Y si bien en los libros el voto representa un acto cívico que debería encontrarse incorporado en el sentir de todos los chilenos, los hechos nos demuestran elección tras elección de que esto no es así. De hecho muy por el contrario: el padrón electoral chileno tiende a reducirse cada año. Dicho en palabras simples: envejece más rápido de lo que se renueva.

Parte importante de las nuevas generaciones no se interesan por la política pese a que esta afecta directamente sus vidas. Y si bien hay muchas razones que explican este fenómeno (una democracia muy poco participativa o el trauma generacional post dictadura, entre otras) soy un convencido de que el principal motivo por el que los jóvenes no muestran interés por la política guarda relación con la educación que reciben día tras día en sus hogares, en sus colegios y en los medios de comunicación. La suma de estas tres variables definitivamente han fomentado la escasez de debate y la ignorancia en nuestro país. Es lógico : ¿Quién opina de algo que no conoce? ¿Quién debate y discute acerca de algo que no entiende?


En Chile existe una directa relación entre la calidad educativa y la realidad socio económica de una familia. Eso ya no es secreto para nadie. De la misma manera existe relación entre la participación en política y la educación que reciben nuestros jóvenes. Mientras en las comunas de mayores ingresos la participación de los jóvenes en política se produce con relativa normalidad, en las de clase media o baja esta es casi nula. Al paso que vamos ¿Qué ocurrirá en los sectores de bajos ingresos dentro de 10 a 15 años? El porcentaje de gente que participará en política en los sectores medios y bajos será prácticamente insignificante. Las decisiones que recaen sobre la ciudadanía lentamente se comienzan a tomar donde se encuentra el dinero y el poder, por ende los mejores colegios y el acceso a las mejores universidades del país. Es el círculo de la desigualdad chilena.

Me queda la sensación de que Chile en materia democrática, en lugar de avanzar, retrocede en el tiempo y comienza poco a poco a rememorar la llamada "era Portaliana" desarrollada durante gran parte del Siglo XIX, época que se caracterizó por una participación política elitista en donde sólo poseían derecho a voto los hombres pertenecientes al sector "empresarial" del país.

En medio de este escenario es que se comienza a discutir la idea de establecer en el país la inscripción automática en los registros electorales y el voto voluntario. Quienes apoyan esta medida han esgrimido básicamente dos razones: el aumentar la participación juvenil en las votaciones y por otro lado mejorar la calidad democrática del país. ¿Se cumplirán ambos objetivos gracias a la iniciativa? Es lo que pretendo discutir en mi siguiente reseña. En la presente sólo me gustaría dejar instalada una idea, esta es que previo a todo existe un importante problema relacionado con la calidad educativa del país y con la pobreza de nuestros medios comunicacionales. Mientras estas dos variables no mejores considerablemente viviremos en un Chile dividido en dos: un sector educado y con directa participación en las direcciones que adopta el país y otro ignorante, destinado a recorrer toda su vida un camino diseñado por otros.

C O N T I N U A R Á...

lunes, 18 de octubre de 2010

Michelle brilla por su ausencia

¡No existes!

Dueña de una popularidad inaudita dentro de la historia política chilena, Michelle Bachelet opta por marginarse de la conducción de una coalición que huele a podrido desde hace rato. Evade el rol de líder... ¿Queda al descubierto de una vez por todas su nulo manejo político?

De que la Concertación se encuentra en las cuerdas (o en la lona) no cabe duda. Pero de que esta situación era absolutamente predecible, lo era. Señales existieron muchas: triunfo en segunda vuelta y por nariz de Ricardo Lagos en 2000 frente a Joaquín Lavín, elección de Michelet Bachelet como candidata a la presidencia pese a su nula capacidad y experiencia política, elección de Eduardo Frei como candidato pese a las evidentes muestras de que aquello era un error. Esta claro que la debacle no comenzó hoy, que la crisis "vocacional" se declaró desde hace mucho pero que en el mundo de la Concertación siempre triunfó la auto complacencia , ganaron aquellos que sólo se miraban el ombligo, aquellos que creyeron que el fantasma de Pinochet y la dictadura sería eterno. Se olvidaron del país que alguna vez soñaron transformar y se conformaron con seguir entre ellos mismos palmoteándose las espaldas. Señales existieron muchas pero nadie las quiso ver. Era más cómodo seguir en el poder a como diese lugar.


Hoy nos encontramos con una coalición completamente extraviada. La carencia de dirección es evidente y como oposición no saben si proponer o criticarlo todo. No lo quieren admitir pero lo cierto es que ellos no habrían realizado nada en el gobierno muy distinto a lo realizado hasta ahora por la administración Piñera (las diferencias no se han agudizado en absoluto). Han perdido todas las banderas de lucha frente a la astucia de un gobierno que ha sabido enfrentar los diferentes temas que se han puesto en la mesa (Indultos, mapuches, royalty, terremoto, mineros, termoeléctricas). En cada uno de estos temas a la Concertación no le ha quedado más opción que sumarse a las ideas llevadas adelante por el gobierno.



La estrella que brilla por su ausencia

Todo este desorden interno hace más evidente la completa ausencia de líderes dentro de la Concertación y es ahí donde la figura de Michelle Bachelet Jeria queda absolutamente en deuda. Y es que hoy por hoy es ella la llamada a encaminar este buque a mejor puerto, aprovechando su buena posición frente a la ciudadanía y los medios. Pero no lo hace. Sea por la razón que sea Michelle opta por la auto marginación. Entonces: o no le interesa el futuro de la Concertación o sencillamente no se siente capaz de asumir un rol de líder. ¿Y donde quedó la estadista? ¿Donde está la mirada alejada de la pelea chica? Es simple: No existe. Nunca ha existido. ¿No fue líder durante su gobierno y lo será ahora? ¡Imposible!


Se le criticó mucho durante la primera etapa de su mandato el hecho de que se escondiese demasiado detrás de sus ministros y las críticas solo cesaron cuando las encuestas comenzaron a favorecerla y la llamada "aprobación ciudadana" se disparó con su figura. En un país como este que sufre de "encuestitis aguditis" , donde la sed es nada y la imagen es todo, Michelle se transformó en un mito, un personaje que se volvió intocable. Pero nadie tuvo la osadía de reparar en el hecho de que la mencionada aprobación no guardaba ninguna relación con su manejo de gobierno ni mucho menos en sus características de líder ideológico o político. La prueba de esto se encuentra en el escaso apoyo que encontró Eduardo Frei en las pasadas elecciones ¿Cómo se entiende el que un gobierno con tamaña aprobación ciudadana no fuese reelecto? Simple, el apoyo guardaba únicamente relación con el "carisma" de Michelle. Una mujer simpática y cercana. Punto. Ni más ni menos.

Chile es un país machista y lo sigue siendo después de Michelle. La prueba es ella misma y su legado. Ella misma porque no se le trató como se trata a cualquier persona. Se fue débil en la crítica hacia ella porque es mujer. Así de simple y claro. A los hombres se les exige más en Chile. Los hombres deben ser competentes. Las mujeres basta con que sean simpáticas. Y con respecto a su legado ¿Alguien le ha exigido a Sebastián Piñera un respeto por la igualdad de género? ¡A nadie le importa! No es tema. Nunca lo ha sido.

La contingencia que vivimos hoy en día viene a demostrar lo débil que es la política nacional y cuanto escasean las ideas y proyectos. Michelle Bachelet, una mujer sin las competencias adecuadas fue Presidente de la República pero no sólo eso ... ¡podría si quisiese volver a serlo! Solamente por un cuento de imagen, no de capacidades.

lunes, 20 de septiembre de 2010

Educación II : Desde arriba todo mal

La tercera MIENTE (o al menos manipula datos con intereses políticos)

Tanto la Alianza por Chile como la Concertación insisten en tratar de convencer al país de que el problema de la educación se encuentra focalizado en los liceos Municipales. Los medios de comunicación, como siempre, se suman a la gran mentira. Los hechos, sin embargo, hablan de otra realidad. Una que nadie hoy en día está dispuesta a enfrentar.

Por Esteban Martínez Covarrubias

Lo primero: el contexto. A fines del gobierno de Michelle Bachelet (año 2008 para ser más exacto) el congreso aprobó la llamada "Ley de subvención preferencial" (*1). Esta ley establecía, como su título indica, un aumento en la subvención de los alumnos pertenecientes a los llamados "sectores más vulnerables del país". Este aumento consistía en casi un 50% de su valor. Hablando claro esto significaba que los colegios que tuviesen alumnos con familias de bajos ingresos pasarían a recibir aproximadamente 18 mil pesos más por niño (de 30 mil a 50 mil más o menos sería el avance). La medida venía además con una exigencia para aquellos colegios que contasen con el beneficio y esta era que en un período de 4 años debían mostrar un alza importante en sus puntajes Simce (33 puntos en Lenguaje y 41 en Matemática).

Imposible no comentar lo limitada que me parece la famosa ley. Es mejor que nada claro está
(50 es más que 30), sin embargo, esperar que una medida de este tipo solucione el problema de la educación chilena es de una ingenuidad gigante. Primero porque el dinero es insuficiente (50 mil pesos por alumno no da para exigir ningún tipo de resultado, menos en sectores de extrema pobreza) y segundo porque el problema de la educación en Chile no está focalizado en los llamados "sectores vulnerables" sino que se trata de malos resultados generalizados a nivel nacional. Basta revisar los resultados de Simce y PSU para observar que los sectores de clase media, que acceden a colegios Particulares Subvencionados en su mayoría, obtienen resultados tan malos como los que acceden a colegios gratuitos Municipales.

Y bien, resulta que La Tercera el día de hoy titula en su página 24 que "Colegios municipales han cumplido el 18% de la meta de mejorar el Simce" (*2). Se lanza luego una nota que explica como los liceos Municipales han cumplido solamente con una mínima parte de las metas académicas que se le trazaron durante el gobierno de Michele Bachelet (aumentaron hasta este año sólo 6 puntos en Lenguaje y 5 en Matemática, o sea...¡nada!). La nota además cita a "expertos" que defienden la ley y afirman que el avance es significativo, solo que el tiempo que se les dio a los liceos para mejorar fue muy corto. Con respecto a todo esto tengo dos comentarios que realizar, ambos demuestran que los medios comunicacionales le son absolutamente funcionales a las políticas de mercado que rigen al sistema educativo chileno en la actualidad.

Lo primero es reflexionar el torno al título que La Tercera publica. "Colegios municipales han cumplido el 18% de la meta de mejorar el Simce". O sea, el problema de la educación se encuentra, según la linea editorial de La Tercera, en los colegios gratuitos que dependen del Estado. Lo que ellos apenas mencionan en la nota (dedican sólo 3 lineas al respecto) es el hecho de que los Colegios Particulares Subvencionados (es decir, aquellos que cobran mensualidades que superan los 25 mil pesos por alumno) tampoco han cumplido las famosas metas exigidas por el ministerio (ellos han aumentado 7 y 6 puntos respectivamente en el Simce). Es decir, y vuelvo a insistir pues me parece que ahí se encuentra la tuerca precisa que está trancando este engranaje, el problema no se encuentra en los Liceos Municipales, sino más bien, es el sistema educacional completo el que no funciona. Es el modelo de mercado el que se estableció a mediados de los años 80 y que fue profundizado por los gobiernos de la Concertación el que está absolutamente fracasado.

El segundo aspecto que La Tercera omite mencionar es lo completamente ineficiente que resulta la medida adoptada por el gobierno de Michelle Bachelet y respaldada por la actual administración de Sebastián Piñera. El que, pese al aumento de la subvención por alumno, los colegios se encuentren tan lejos de las metas solicitadas por el ministerio debería movernos a reflexionar en torno a la efectividad de la ley. Sin embargo, es evidente que dicha discusión no es prioritaria hoy en día.

Si mantenemos como país la política de aspirinas en educación difícilmente obtendremos resultados diferentes a los que se vienen dando desde hace más de 10 años. Es necesario terminar (si, terminar) con el modelo de mercado que reúne dentro de un mismo establecimiento a niños provenientes de realidades socio económicas similares (colegios gratuitos para pobres, colegios de 20 mil pesos para pobres con ambos padres trabajadores, colegios de 50 mil pesos para clase media profesional, etc ). Debemos proponer otro sistema educativo, uno que permita el cruce social entre familias y así dispersar las carencias para poder focalizar el trabajo y no encerrar 40 necesidades similares dentro de una misma sala de clases. Además es necesario de manera urgente aumentar la subvención por alumno de manera importante. Eso sólo para recién comenzar a soñar con otro país, otro Chile, uno más justo, uno más digno.

(*1) Ley se subvención preferencial: Lo que hay que saber

sábado, 28 de agosto de 2010

Pobreza de los medios en Chile

¿El huevo o la gallina?

El lamentable accidente vivido por 33 mineros en el norte del país viene a desnudar la calidad de nuestros medios. Sin embargo ¿De quién es la culpa? ¿Es el público el poco exigente o es que a los medios les viene bien la mediocridad de su audiencia por lo tanto no mueven un dedo por disminuirla?

Por Esteban Martínez Covarrubias

Imposible el no detenerme a comentar la noticia del último mes: el accidente que dejó atrapados bajo tierra a 33 mineros en el norte de nuestro país. Sin embargo no es mi intención adentrarme en detalles técnicos relacionados con el incidente ni tampoco en la reacción del gobierno y el mundo político frente al tema. Mi mirada esta vez estará relacionada con el funcionamiento de los "diversos" medios de comunicación luego de ocurridos los lamentables hechos. Me parece que situaciones como esta dejan al desnudo la pobreza, mediocridad y cobardía de nuestros medios, quienes lejos de informar y educar a nuestra gente (si, dije bien: educar) lo único que logran es perpetuar la ignorancia y nula capacidad de análisis de gran parte de los chilenos.

Si bien estamos acostumbrados a que los medios comunicacionales en Chile jueguen con el morbo y armen una teleserie de cuanto accidente ocurre, nunca terminan de sorprender (y agotar) algunas características comunes que muestran tanto canales de televisión abierta como periódicos. En primer lugar llama la atención (o quizás no tanto) la poca originalidad: todos los canales expresan lo mismo utilizando fórmulas idénticas. Abundan los despachos en directo a manos del periodista estrella de la estación, que expresa en más de quince minutos lo que se podría decir fácilmente en tres o cuatro, matinales que entrevistan a familiares relacionados con la tragedia y entretienen de esta manera la pequeñita mente de la dueña de casa chilena, mientras que al mismo tiempo se produce el clásico ensalzamiento al borde del ridículo del nacionalismo (patriotismo barato en este caso) o las particulares creencias de las personas.

Si algo debería motivar la tragedia de estos 33 mineros no es precisamente el orgullo por la patria, sino más bien todo lo contrario: una profunda verguenza y preocupación por las pésimas condiciones laborales que hasta el día de hoy se ponen en práctica en nuestro país. Y no hablo exclusivamente del mundo de la minería, me refiero también a pescadores, temporeras y diversos trabajos "sucios" que continúan llevándose adelante en deficientes condiciones día tras día en Chile. Asunto que, por supuesto, los medios nacionales no informan.

Estos, en lugar de mantener distancia con el show, se suman y lo promueven casi religiosamente. Limitan su labor al manoseo del dolor de familias y seres humanos mientras les sea útil. La situación pasa a ser grave cuando nos enteramos acerca de la cantidad de televisión que ven las familias chilenas diariamente. Luego la pregunta es inevitable ... ¿Es qué los medios son mediocres porque la audiencia no es exigente o es que el público es resultado de la pobreza comunicacional a la que es sometido día tras día?


Molesta profundamente, en segundo lugar, la bajísima capacidad de análisis que proponen nuestros medios dirigidos por profesionales que, se supone, fueron formados precisamente para aquello. ¿O es que ahora la labor del periodista debe limitarse a leer noticias o narrar sucesos? ¿Donde está la reflexión a fondo de los hechos?¿Donde se quedó la mirada a largo plazo, la mirada a distancia frente a una situación que se presta para ser abordada desde diversas aristas? No. De seriedad nada. Todo es amarillismo y un show digno de programa del tipo "reality". La visión es siempre idéntica: poner a la misma altura este tipo de accidentes con un partido de fútbol de la selección chilena (eran de esperar las reacciones idénticas por parte de la gente, es decir, celebraciones en la Plaza Italia en Santiago).

Me parece que se hace evidente el hecho de que existe un debate pendiente dentro de nuestra sociedad. El que se refiere a enfrentar y discutir el ineludible rol educador que deben poseer los medios comunicacionales en una sociedad. Mientras ningún gobierno o sector político esté dispuesto a ensuciarse las manos en el tema, mientras nadie esté dispuesto a enfrentar los monopolios que rigen las lineas editoriales de los diarios, canales de televisión abierta o radios, estaremos sumergidos en la misma pobreza ciudadana que hoy nos rodea.


martes, 27 de julio de 2010

Indultos


El primer paso adelante

Tras 4 meses de gobierno la administración de Sebastián Piñera logra por primera vez tomar una decisión a la altura de las circunstancias. Bien por ellos.

Por Esteban Martínez Covarrubias

Debo admitirlo. Hasta antes del pronunciamiento de este domingo por parte de Sebastián Piñera en torno al llamado "Indulto Bicentenario" estaba en absoluto desacuerdo con el tratamiento que el gobierno le había dado al tema.

En primer lugar, la sola idea de promover un indulto generalizado en donde el poder ejecutivo pasara a llevar condenas dictadas por el poder judicial me parecía incorrecta, fuera de además representar una contradicción por parte del gobierno considerando esa eterna palabrería que emite la derecha frente al tema de la delincuencia y "la mano dura". En segundo lugar, la subordinación del gobierno frente a la opinión de la Iglesia Católica me pareció excesiva. Me refiero al hecho de no ser capaces de emitir ningún comentario mientras la iglesia no realizara su propuesta. Uno entiende que se debe ser prudente a la hora de declarar, sin embargo también imagina uno que los gobiernos deben poseer ciertos principios transparentes, los cuales no se mantienen en reserva esperando la opinión de otra institución. Entonces: o aquellos principios no existen (el rechazo de plano por ejemplo a indultar crimines de lesa humanidad) o el poder de la iglesia católica es tan grande que el gobierno mantiene una extrema prudencia frente a ella.

Finalmente, el sólo abrir la posibilidad de generar un indulto que beneficiase a criminales condenados por violaciones a derechos humanos en dictadura me parecía una irresponsabilidad histórica enorme y un acto gran de torpeza política (se habría metido el gobierno de manera innecesaria en un problema relacionado con crímenes condenados incluso por tratados internacionales).


Sin embargo, nobleza obliga a reconocer que la decisión adoptada por Sebastián Piñera y su equipo esta vez fue la más acertada de todas. Todas mis aprensiones se fueron a cero . El gobierno decidió cerrar la puerta de partida a la idea del indulto general y de esta manera analizar las situaciones caso a caso, excluyendo del posible beneficio a condenados por casos de violaciones a los derechos humanos, terrorismo, narcotráfico, homicidios de sangre, violaciones o abusos deshonestos (1*). Ahora, si bien en lo personal me habría gustado oír algún tipo de declaración más aclaratoria en torno al tema de derechos humanos y el porque no corresponde liberar criminales de estado bajo ningún punto de vista, lo importante era cerrar aquella puerta y eso se hizo. Queda en evidencia eso si que el tema aún genera controversia dentro de la propia derecha.

La decisión de revisar casos de presos que presenten una salud deteriorada y generar un indulto para ellos también me parece acertada considerando el hecho de que el sistema penal chileno no es capaz de hacerse cargo de personas que sufren enfermedades en estado terminal ni otras tantas propias de una edad avanzada. Evidentemente casos como aquellos no presentan riesgos para la sociedad en ningún sentido y dados los delitos cometidos tampoco me parece un descriterio el indulto. Quizás si el sistema judicial chileno fuese otro la figura del indulto presidencial debería desaparecer, pero mientras no sea así no existe otra salida al tema.

Observamos entonces que para el gobierno este tema terminó siendo un punto a favor frente a la opinión pública y el mundo político. Luego de 4 meses de gobierno durante los cuales este se ha visto cuestionado por una serie de temas (nombramiento de ministros, conflictos de intereses, financiamiento de reconstrucción entre otros) siento que por primera vez la "administración Piñera" fue bien asesorada y tomó una desición a la altura de lo requerido. Bien por Chile, al menos en este tema.

Preocupante eso si (por decir lo menos) la posición de la Iglesia Católica en relación a los crímenes de estado cometidos durante el período dictatorial vivido en el país durante los años 1973 y 1990. Los avances que se han logrado en materia de justicia y verdad frente a las violaciones a derechos humanos han sido lentos y en muchos casos tardíos. Tales avances se han logrado en base al esfuerzo de muchas personas que han dado una lucha incansable en la búsqueda de la dignidad de aquellos casos. Lo menos que se esperaría de una institución como la Iglesia Católica es que sume en lugar de restar.

(*1) Declaración completa del Presidente de la República acá

martes, 11 de mayo de 2010

Educación I : Resultados Test Inicia

La mala educación (Parte I)

Ahora fue la Evaluación Diagnóstica Inicia, en otras ocasiones han sido los resultados de evaluaciones nacionales tales como SIMCE o PSU, en otras evaluaciones internacionales. ¿Cuántas pruebas más se necesitan para asumir el fracaso y cambiar la dirección?

Por Esteban Martínez Covarrubias

Recientemente el Ministerio de Educación publicó los resultados de la llamada Prueba Inicia (*1). Esta se trató de un test de diagnóstico que evaluó de manera voluntaria durante los años 2008 y 2009 a profesionales recién egresados del área de la educación ( en particular profesores de Educación Básica y Parvularia, para 2010 queda pendiente la evaluación de profesores de Educación Media). Los resultados, ampliamente difundidos por los medios, son para llorar. Estos se resumen en la tabla que se muestra a continuación.


Analizando el documento entregado por el Ministerio en detalle nos encontramos con que un 89% de los profesionales evaluados escribe con faltas de ortografía o que un 94% no presenta un buen vocabulario. Para que seguir. La evaluación desnuda completamente las falencias del sistema educacional chileno, con la salvedad (y gravedad) de que esta vez los evaluados con nota roja no fueron los estudiantes sino que los docentes, y lo que es peor aún: docentes recién egresados.

Las razones de estos pésimos resultados habría que buscarlas en 3 frentes diferentes entre si pero que se conectan cuando hablamos de educación. En primer lugar el fracaso absoluto de un modelo educativo de mercado que lleva casi 30 años de práctica en nuestro país. El fracaso de la idea de que la competencia libre entre colegios mejoraría la calidad de la educación. La generación de una amplia oferta no terminó mejorando la calidad del producto. Y en este caso los resultados están a la vista ya que los profesores evaluados por el Test Inicia promedian los 25 años de edad, es decir, pertenecen a una generación completamente educada por los gobiernos de la Concertación. Digámoslo con todas sus letras: este fracaso es absolutamente propiedad de la Concertación y sus gobiernos.

La segunda arista de esta problemática guarda relación con la calidad de la profesión docente. No es secreto para nadie que bajo las condiciones de trabajo actuales de los profesores son pocos los estudiantes talentosos que optan por la carrera docente. Hoy en Chile los buenos estudiantes de Matemática quieren ser ingenieros. Los buenos biólogos quieren ser médicos o estudiar enfermería. Los buenos humanistas quieren ser abogados. Lo cual por cierto tiene cierta lógica. Vivimos en una sociedad que consumo tremendamente cara, luego es comprensible que nuestros estudiantes antepongan necesidades económicas ante cualquier otra necesidad. Dicho en palabras simples: en Chile le hemos mostrado un mundo individualista en el cual sobrevive el más fuerte (se pagan los colegios, la salud, vivienda, transporte... se paga absolutamente todo) . A esto le agregamos que las condiciones del profesorado actual no son buenas. Han mejorado en estos últimos 15 años pero siguen sin ser óptimas en función de el logro de resultados. No nos quejemos entonces si nuestros alumnos optan por carreras que entreguen en el papel mayores ingresos.

Toda esta situación deriva inevitablemente en el hecho de que los estudiantes de carreras relacionadas con la pedagogía suelen ser alumnos de rendimiento bajo en sus colegios y de puntajes insuficientes en la PSU. Aveces nos encontramos con que la carrera de pedagogía es un "descarte" para muchos. A quienes no les alcanzó para entrar a Ingeniería son profesores de Matemática. Y así con todas las áreas.

La tercera y última patita de este análisis tiene que ver con las instituciones de educación superior. La carrera de pedagogía es impartida por diversos tipos de instituciones no siempre acreditadas de manera adecuada ni tampoco especialistas en el tema de la educación. Se abren carreras de pocas horas, con profesores poco preparados y se reciben estudiantes de bajos puntajes. En Chile desde hace mucho lo importante no es la calidad sino la cantidad ¿Se pueden esperar resultados diferentes entonces?

La educación secundaria y superior es un negocio en Chile, luego no podemos pedir que tras 30 años de funcionamiento de esta modalidad la realidad sea diferente. Lo más preocupante de todo es el hecho de que no se ve la preocupación donde debería estar. Los tres frentes que he mencionado en esta columna no fueron nunca atacados por los gobiernos de la Concertación y tampoco figuran dentro de las prioridades del actual gobierno. Esto será el motivo de mi siguiente columna.

Hasta entonces.

(1*) Puedes revisar el informe oficial del Test inicia en http://www.programainicia.cl/docs/RESULTADOS2009.pdf

domingo, 11 de abril de 2010

Los primeros 30 días de Piñera

¡Partimos mal!

Otra cosa es con guitarra - afirma el conocido refrán. Por la boca muere el pez - dice otro. Lo cierto es que el primer mes de gobierno de la derecha chilena ha venido a demostrar que todos los temores en torno a la estatura ética de Sebastián Piñera eran fundados.

Por Esteban Martínez Covarrubias

Extraño el primer de Sebastián Piñera en La Moneda. Marcado principalmente por el terremoto ocurrido el pasado 27 de Febrero en el sur del país pero además por las diferentes polémicas que se han creado en relación a , por un lado, las constantes contradicciones que ha mostrado la administración Piñera y por otro a los llamados "conflictos de intereses".

Bastantes veces se ha "pisado la cola" Piñera en este último par de meses. Situación que ya desde la campaña se comenzó a vislumbrar. Aún recuerdo cuando diseñó como eslogan de campaña la promesa de "crear un millón de empleos" una vez electo. Finalizando la campaña se decidió a aclarar que esta creación sería gradual, es decir, de 250 mil empleos por año. ¡Pequeño detalle!


De la misma manera recuerdo su énfasis a la hora de criticar las practicas de la Concertación en cuanto a la entrega de cargos. Se cuestionó muchísimo (y con justo derecho) por parte de la Alianza por Chile el nombramiento de una serie de cargos públicos. Se habló de "cuoteo político" e incluso de corrupción en muchos casos. "Ningún ministerio será premio de consuelo durante mi gobierno, esta vez imperará la meritocracia" - afirmaba un enérgico Sebastián Piñera durante la campaña . Sin embargo ya en la primera lista ministerial aparecieron los nombres de Joaquín Lavín, Ena Von Baer y Rodrigo Alvarez. Los tres fueron candidatos derrotados en las pasadas elecciones parlamentarias y recibieron un ministerio para que pasaran las penas. ¿Qué tal?

De la misma manera nos encontramos con nombramientos poco éticos en el Ministerio de Salud y la Subsecretaría de Deportes (por mencionar un par de casos). En la primera cartera apareció el nombre de Jaime Mañalich, director médico de la Clínica Las Condes, institución en la cual Sebastián poseía hasta hace poco inversiones en acciones mientras que a cargo de la Subsecretaría de Deportes se encontrará Gabriel Ruiz-Tagle, quien hasta hace poco era Presidente de Blanco Y Negro S.A, institución que también representa interés económico para Sebastián Piñera (es dueño del 14% del club).

¿Ilegal? Claro que no. Pero nombrar en cargos públicos a tus amigos de negocios raya por lo bajo en lo poco ético. Esto fuera de representar un acto gigante de inconsecuencia pues se suponía que esta administración representaría algo diferente a la anterior en al menos el tema de los nombramientos de cargos. Sin embargo nos encontramos al primer nombramiento ministerial con cuoteo político y socio económico. Penoso por ellos y toda la gente que les creyó. Penoso por la política chilena que cada vez se encuentra en peor pie. Penoso por Chile.

Interés, interés, maldito interés

Tema aparte de los nombramientos han sido los descarados conflictos de interes en que increíble y torpemente ha incurrido parte importante del gobierno, partiendo por el mismísimo Presidente de la República. ¿Era predecible esta situación? Por supuesto. Asume en el gobierno personajes que desde siempre han manejado económicamente el país luego era imposible que no se presentasen cruces de intereses. Sin embargo en la práctica no deja de llamar la atención el descaro.

Fuera del ya mencionado conflicto de Jaime Mañalich (director de la Clinica Las Condes y Ministro de Salud) nos encontramos con que Joaquín Lavín es Ministro de Educación pero al mismo tiempo uno de los dueños de la Universidad del Desarrollo, Alfredo Moreno a cargo de Relaciones Exteriores pero al mismo tiempo pertenece al directorio de Falabella , empresa que podría verse beneficiada en las regulaciones comerciales que Moreno establezca con países vecinos. La lista suma y sigue.

Sin ir más lejos el mismísimo Sebastián Piñera no cumplió la palabra de vender sus acciones en LAN antes de asumir su mandato, acciones que terminaron entregando millonarias ganancias a Piñera dado el retraso de la venta. ¿Era necesario llevar el tema tan lejos considerando que desde la campaña siempre se le cuestionó el asunto? ¿Era necesario exponer de esa manera su imagen? ¡Tooooorpe!


Finalmente y para poner una guinda al asunto nos encontramos con que hasta el día de hoy Sebastián Piñera se niega a vender otra de sus empresas de relevancia nacional: el canal de televisión abierta Chilevisión. Este hecho no es menor considerando que es atribución del Presidente el nombrar el directorio del canal estatal TVN, el cual compite directamente con su propio canal y que además esta situación se presta para especular en diversos sentidos relacionados con la libertad de prensa (*1).


Lamentablemente todas estas situaciones que menciono vienen a demostrar que todos los temores que existían en torno a la figura de Sebastián Piñera eran fundados. El hombre juega al filo de la ética y lo que es peor: justifica lo injustificable. Sebastián Piñera decide no dar el ejemplo con su actuar y con esto deja la sensación en el aire de que la Presidencia de la República sólo representa para él un nuevo desafío empresarial. Ni más ni menos.

Saludos
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(*1) El tratamiento de la libertad de prensa por parte de este gobierno quedó en tela de juicio en Marzo pasado cuando en una conferencia de prensa se le prohibió a los periodistas presentes que realizasen preguntas en relación al tema de las acciones de LAN.







jueves, 25 de marzo de 2010

Terremoto III

Mirando a futuro (Parte 2)

En mi anterior columna mencioné la necesidad de aprovechar el reciente terremoto que afectó al país para darle partida a ciertos temas. Todo momento difícil debe venir acompañado tanto de medidas prácticas como de medidas con altura de miras, desiciones que piensen en futuro. En este último sentido es que considero importante iniciar una política seria de descentralización nacional. La descongestión de Santiago se hace cada vez más urgente y el terremoto agudizó este hecho. A aquello me referí en mi anterior escrito.

Hoy me iré por otro lado. En primer lugar comentando lo que todos observamos: el reciente desastre natural dejó a la vista lo mal preparado que se encuentra el país frente a un imprevisto de cualquier tipo. Sorprendió a todos lo básico y burocrático que resultó ser el sistema de comunicación entre autoridades. Vergonzosa , por decir lo menos, fue la imagen de Hillary Clinton regalando al gobierno chileno en el aeropuerto tecnología satelital. Eso sin mencionar lo dependiente que mostró ser el sistema chileno de "alarmas de tsunami". Ahora resulta que debemos esperar a que desde los Estados Unidos nos den el aviso de catástrofe, pues acá no somos capaces de prevenirlos. Situación particularmente grave considerando nuestra geografía y el hecho de que nuestro país desde siempre ha sido zona sísmica.

Después de la batalla somos todos generales. Es cierto. Aquello excusa de cierta manera (sólo de cierta) disculpa a los pasados gobiernos. Sin embargo en la mirada a futuro las modificaciones respectivas deben realizarse. Menos centralismo en la toma de decisiones y tecnología al nivel de las necesidades. Mucho ruido causó el haber destinado millones y millones de dolares en la compra de armamento de punta en caso de una supuesta guerra con nuestros países vecinos, armamento que probablemente nunca se utilizará y que contrastó frente a lo tercermundista que nos vimos frente al desastre.

Reconstrucción nacional: ¿Con qué ropa?

Muchísimo se ha discutido en torno al llamado "proceso de reconstrucción nacional". Frente a este hecho la pregunta es una sola : ¿Y quién financia esto? En ese sentido los caminos a seguir pueden ser diversos. Podemos como país solucionar esto a través del clásico voluntariado y teletones varias, podemos meterle mano al ciudadano común y corriente o podemos financiarlo con un aumento en impuestos específicos.

La primera alternativa claramente es insuficiente. Ni el mejor de los voluntariados ni la más amplia colecta nacional podría financiar la totalidad de la reconstrucción en el largo plazo (de hecho la reciente Teletón "Chile ayuda a Chile" financiará necesidades habitacionales urgentes en la zona). La segunda opción resultaría un contra sentido. Recortar presupuesto social en beneficio de la catástrofe iría completamente en contra del discurso de "ayudar y proteger a la clase media". De hecho, la clase media chilena justamente necesita que se le rebajen impuestos. Vivir en Chile para un sueldo que flutua entre los $300.000 y los $700.000 resulta carísimo.

Aparece entonces la posibilidad del aumento de impuestos, ahí es donde se ha discutido bastante por estos días el caso del royalty minero. Cabe recordar en primer lugar que el royalty como concepto no corresponde a un impuesto sino más bien a un "pago por derecho de extracción". Hoy en Chile este pago es de los más bajos en el mundo (escalonado con un tope máximo de un 5% de las utilidades), situación particularmente contradictoria considerando que las reservas de cobra más extensas en el mundo son las chilenas (40% de las reservas mundiales están en nuestro norte).

En medio de la discusión han aparecido voces que desde el mundo de la Concertación exigen aumento del royalty de un 5% a un 10%. Contradictorio por decir lo menos (¡Cuando no!) dado que fue la misma Concertación la que durante el gobierno de Ricardo Lagos aprobó una ley de inamovilidad tributaria, ley que entregaba a las mineras la seguridad de no realizar ninguna modificación al royalty en almenos 15 años a cambio del mencionado 5%.

Ahora, al contrario de lo esperable, el gobierno de Sebastián Piñera no ha cerrado totalmente la puerta al hecho de aumentar el tributo específico. Se menciona la alternativa negociar un alza que iría desde el 5% actual a un 8% y entregar al mismo tiempo a las mineras derechos de extracción por al menos 20 a 25 años más. Alternativa que genera conflicto al interior de la derecha pues sectores importantes de la UDI no estarían de acuerdo con "cambiar las reglas del juego" de esa manera al empresariado afirmando tales tipos de medidas afectarían la inversión.

El debate está abierto. En lo personal considero que la oportunidad se presta para dar un salto en el tema. El Estado Chileno debe de una vez por todas abandonar el camino de los "bonos por crisis" y aumentar en cantidad y eficiencia su gasto social. Abandonar la fracasada idea de ser un Estado de "oportunidades" para transformarse en un Estado de derechos y garantías. El cobre no será eterno y de no tomar desiciones al respecto puede que en 50 años futuras generaciones lamenten el conservadurismo de nuestra clase política.

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Saludos

viernes, 5 de marzo de 2010

Terremoto II

Mirando a futuro (Parte 1)

Cada dificultad que vivimos en esta vida cierra una puerta pero abre otra. Con una sociedad ocurre algo similar. El reciente terremoto vivido en el país presenta oportunidades únicas de desarrollo para el país.

Por Esteban Martínez Covarrubias

Más vale tarde que nunca. La mirada hoy para el país debe ser a futuro. Esta historia nos la conocemos de memoria: tras el desastre vienen las colectas, las teletones, los "¡Vamos chilenos!", la emoción de los personajes de la farándula nacional, los reportes en directo de los noticiarios, las toneladas de mercadería y el testimonio de las víctimas. Luego, en unos dos meses más con suerte veremos en TVN un reportaje titulado "Chine: después de la catástrofe" y en tres meses ya todos estarán hablando del mundial de Sudáfrica. La vida continúa para todos así como el desastre para algunos. Es entonces cuando una nación debe mostrar coraje, visión de Estado y ocupar la fuerza conjunta para dar un paso hacia adelante, un paso real hacia el progreso y el tan ansiado desarrollo.

Sin ser un experto en la materia considero necesario revisar tres asuntos que a simple vista representarán un problema para el futuro gobierno de Sebastián Piñera pero que a la vez pueden transformarse en una oportunidad para hacer historia. El primero de estos asuntos guarda relación con la necesaria descentralización del país.

Santiago no es Chile

Resulta increible el hecho de que una ciudad que representa menos del 5% de la superficie nacional concentre practicamente el 40% de la población del país. Santiago se encuentra sobre poblado desde hace mucho y frente a este hecho la respuesta del Estado chileno ha tenido basicamente dos etapas durante las recientes décadas. En primer lugar, en los 80's y 90's tanto la dictadura de Pinochet como los gobiernos de Aylwin y Frei desarrollaron una política de poblamiento de zonas periféricas. Fue así como se poblaron masivamente comunas tales como Puente Alto, La Florida, El Bosque, La Pintana, Maipú o Cerro Navia.
¿El problema? La calidad y superficie de las viviendas. Poblaciones con demasiadas casas, todas a la vez muy pequeñas y sin áreas verdes fueron los factores comunes a dichas construcciones. Los resultados de aquella pésima gestión de Estado los estamos viendo desde hace mucho ya: concentración de la pobreza, delincuencia y una segmentación social dramática de nuestra sociedad.

Fue entonces que durante esta última década se impulsó un fuerte desarrollo inmobiliario relacionado con la venta de departamentos. La construcción ya no sería hacia los costados del Gran Santiago sino que hacía arriba. Todo marchaba sobre ruedas hasta que llegó el reciente terremoto. Frente a las dudas y el terror de muchos es probable que la venta de departamentos se vuelva algo más lenta y el santiaguino retome durante los tiempos venideros casas para habitar. ¡El problema es que ya no hay! Se presenta entonces la oportunidad ideal para descentralizar de una buena vez este país promoviendo políticas que incentiven la creación de industrias en regiones, la respectiva contratación y el poblamiento de estas.
Fórmulas hay muchas, desde una baja de impuestos a quienes inviertan en regiones hasta subsidios de distintos tipos hacia los ciudadanos. Esa es materia de expertos, lo importante acá debe ser la convicción de quitarle peso a la capital. Santiago está congestionado a más no poder. El destino quizo que el terremoto sorprendiera a la población principalmente en sus casas durmiento, sin embargo de haberse producido este a plena luz del día durante un día laboral cualquiera, la cantidad de personas que habrían sufrido a causa del atochamiento de las masas habría sido muchísima más. De muertos mejor ni hablar. ¿Se imaginan el metro, los cines, centros comerciales, el Transantiago y las calles en pleno terremoto? Insisto, mejor ni hablar de aquello. Sólo imaginarlo espanta. No esperemos entonces a tener que sufrir una desgracia de ese estilo para pensar en generar medidas que descongestionen Santiago.

CONTINUARÁ...

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Saludos.

martes, 2 de marzo de 2010

Terremoto

Cable a tierra

El terrible terremoto de 8,8 grados que acaba de afectar al país vino a desnudar nuestra realidad en muchos sentidos y a sacar a flote lo peor de lo nuestro, pero por sobretodo vino una vez más a mostrar la ineficiencia de un gobierno que jamás supo enfrentar una crisis con la altura necesaria.

Los momentos difíciles ponen a prueba el funcionamiento de una nación y de un gobierno. Ya llegará en ese sentido el instante de analizar en detalle todo lo que falló esta vez. Habrá entonces que escuchar las explicaciones del porque los servicios básicos y de comunicación (uno de los más caros de latinoamérica) colapsaron de la manera en que lo hicieron y el porque la restitución de estos fue tan pero tan lenta. De la misma manera habrá que seguir analizando y lamentando el que una tragedia de esta magnitud saque a flote toda nuestra miseria humana: robos y actos de violencia tanto en el sur como en Santiago.

Sin embargo, también tendremos que analizar el como el gobierno de Michelle Bachelet no estuvo una vez más a la altura de lo requerido. Tal como sucedió para la llamada "revolución pinguina" o la crisis del Transantiago, el gobierno reaccionó muy tarde frente a los hechos, demorando las medidas y actuando de manera torpe una vez que el desastre ya se había consumado. Finalmente el destino quizo que fuesen tres las grandes crisis sociales que Bachelet debió enfrentar y en las tres el desempeño fue paupérrimo. Demostrando con esto su nula capacidad de maniobra frente a imprevistos. Dicho de otra manera: "sin el piloto automático activado este gobierno nunca funcionó".


Errores tras errores

Desde que se produjo la tragedia existieron problemas severos de comunicación entre los encargados de gobierno, uno podría entender que entre particulares se produjese este fenómeno, sin embargo no puede ser que se produzcan informaciones distorcionadas y cruzadas dentro del gobierno precisamente en el instante donde mayor claridad y precisión se requería. Luego, a la hora de tomar decisiones se observó un centralismo inoperante absoluto. Se produjo el absurdo de tener que desde el sur esperar a que las desiciones se tomasen en Santiago, lo cual sumado a los problemas de comunicación aumentó el desastre.

Tal como para la "crisis pinguina" y el Transantiago nos encontramos con un gobierno que en una primera instancia intentó bajarle el perfil a lo sucedido (les tomó más de 24 horas el reconocer que el ingreso del mar hacia las costas fue total y debastador). Aquella tardía reacción provocó la muerte de cientas de personas que no fueron avisadas a tiempo del riesgo ocasionado por las subidas del mar. De la misma forma la declaración de "Estado de sitio" en la región del Maule también fue tardía y los resultados ya están a la vista. Todo esto provocado por una lenta reacción de parte de un gobierno acostumbrado a actuar "despúes de", un gobierno que se sorprende por los hechos tanto como un televidente frente a la cajita.

Ahora vendrán las Teletones, los conciertos benéficos, las donaciones, las reparaciones. Pero bajo todo aquello tendremos el que Michelle Bachelet tristemente despide su gobierno como lo que siempre fue: un barco sin dirección ni timón.

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jueves, 11 de febrero de 2010

Delincuencia

¿Cuál es el germen que debemos combatir?

Dos semanas atrás el asesinato de Erasmo García, conductor del Transantiago, remeció por su brutalidad la crónica roja de los periódicos. Crímenes como el mencionado... ¿tendrán que ver realmente con lo "mano blanda" que resulta ser la justicia chilena? Los datos al menos indican que no.

Por Esteban Martínez Covarrubias


La jornada del lunes 25 de Enero del presente año parecía ser una más dentro de la vida laboral de Erasmo García, chofer de la linea E-15 del Transantiago. Esto hasta que en la esquina las calles Trinidad con Santa Raquel (comuna de La Florida) una pareja
(Alexis Vergara de 21 años y Tamara Muñoz de 20) decidió subirse a su bus sin pagar su pasaje. Fue entonces cuando Erasmo García los encaró por no pagar provocando una discusión entre los tres, siendo en primera instancia amenazado con un cuchillo por la mujer y luego atacado por Alexis Vergara, quien decidió enterrarle un destornillador en la sien, provocando con esto la muerte del conductor. Esta escena fue presenciada por el menor Mauricio R.R (alias "el magú") quien huyó con la pareja tras la escena. Una vez detenidos los tres, la pareja optó por culpar al menor de la autoría del crimen, sin embargo diversos testimonios demostraron la falsedad de dicha teoría y dieron luz a la verdadera historia.

La lamentable (y evitable) muerte de Erasmo García nos debe mover a reflexión. Es cierto que no se puede ni se debe generalizar este hecho particularmente sangriento, es decir, Santiago no es precisamente una ciudad en donde no se pueda vivir por culpa de la delincuencia (de hecho a nivel latinoamericano diversas encuestas realizadas a nivel mundial muestran a Santiago entre las 3 ciudades más seguras de América Latina (*1) ), sin embargo estos hechos ocurren, luego la reflexión debe existir y en la dirección correcta: ¿Qué es lo que estamos haciendo mal como sociedad en su conjunto?

¿Más presos = más seguridad?

El tema no es menor si consideramos que el actual Presidente de la República, Sebastián Piñera, llegó al poder afirmado de casos como el de Erasmo García. Aún tengo el recuerdo en la retina de una serie de señoras evidentemente de estratos sociales bajos que celebraban en Plaza Italia el día del triunfo de Piñera afirmando con lágrimas en los ojos: "¡¡¡Estamos felices porque por fin en Chile se podrá hacer justicia!!!" - Refiriéndose a casos relacionados con la delincuencia. Es decir, no poca gente confió se creyó eso de que Chile es un país inseguro y que Sebastián Piñera solucionará el problema terminando con la llamada "puerta giratoria".

El problema para Piñera es que diversos estudios indican que Chile posee la tasa más alta de presos por personas en América (seguido de lejos por Panamá y El Salvador), a la vez ha sido Chile uno de los países que más cárceles ha construido durante los últimos 15 años (*2). Dichos datos realmente plantean la interrogante en torno a si la solución al problema pasa por meter más gente a la Cárcel. Para cualquier persona que piense y se informe un poquito resultará evidente que la dicha "puerta giratoria de la justicia chilena" en realidad no existe y que el tema fue utilizado por la oposición sólo con fines electorales (tema aparte por cierto es el que Eduardo Frei jamás haya sido capaz de rebatir a Piñera sus argumentos teniendo los datos a su alcance para hacerlo) .

Cuando Alexis Vergara decidió atacar a don Erasmo García con un destornillador, ¿Habrá pesado en algo dentro de la cabeza del asesino el saber que hoy tenemos como presidente a un hombre que prometió "mano dura con la delincuencia"? Evidentemente que no. No hay que ser muy inteligente para darse cuenta de que estos hechos ocurrieron, ocurren y seguirán ocurriendo con o sin mano dura, el problema está en otro lado. En la mente de un ser educado por supuesto que existe el razonamiento y la capacidad de analizar situaciones, pro y contras. Pero en la mente de un delincuente no hay razonamiento tal. Los asesinatos, violaciones, la violencia en cualquiera de sus tipos no se mueve con lógicas de análisis comunes. Son hechos bestiales motivados principalmente por una mente animal que no razona porque nunca se le ha enseñado a razonar.

¿Qué hacer con estos delincuentes que ya han cometido asesinatos como el mencionado? Si, por supuesto, debemos hacer justicia. Sin embargo nuestra mirada debe ir muchísimo más allá de la que nos han propuesto desde hace muchos años. ¿Qué vamos a hacer para que cada día sean menos los Erasmo García, Alexis Vergara y Tamara Muñoz? ¿Qué vamos a hacer para que nuestros hijos y nietos vivan en un mejor país que el nuestro? , ¿Qué vamos a hacer para que este país sea más justo y digno no sólo en el discurso sino que en la realidad cotidiana?

En el colegio nos enseñan a estudiar para irnos de nuestras comunas y escapar de "los malos". Nos enseñan a que arrinconemos la delincuencia en el sur de Santiago, que nos apartemos y nos olvidemos de esos animales que no saben convivir. Nos enseñan a que vivamos por nosotros y nadie más. Pues bien, ese individualismo inserto en las venas de nuestro modelo económico es el que nos mata día tras día. Es el verdadero germen que debemos combatir.

No olvidemos algo: Alexis Vergara y Tamara Muñoz comenzaron a estudiar en el colegio aproximadamente en 1995. Ellos como todos los delincuentes y asesinos de su edad son hijos de este modelo educativo. Es decir, son parte de nuestro fracaso como sociedad.

Saludos
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Esteban

(*1) Un par de enlaces en relación al tema de la seguridad de capitales al rededor de mundo:



martes, 26 de enero de 2010

Derrota Concertación

Se veía venir

La reciente derrota de la Concertación en las presidenciales se veía venir desde hace mucho tiempo. Más de lo que muchos quisiesen ver incluso.

Muchos méritos tuvo la Concertación en sus inicios pero quizás el más importante fue el comprender que a la hora de construir en política la primera mirada debe ser hacia dentro, primero debes sanar tus propias heridas para después analizar al oponente.


Fue de esta manera que los partidos Socialista y Demócrata Cristiano, sectores que en un momento de la historia parecieron irreconciliables, entendieron que para vencer a la dictadura se debía mostrar al país un gesto de unidad verdadero y potente. Se sentaron entonces a la mesa y aunaron criterios. Revisaron su pasado, su historia, enfrentaron las héridas y a partir de ahí decidieron construir el futuro de Chile juntos. Con esto parte de la izquierda chilena se tomó "el centro" y aisló a la derecha, la cual a su vez nunca se desembarazó del gobierno militar, de sus políticas y abusos varios. Triunfó así la Concertación de manera categórica en el plebiscito de 1988 y posteriormente en las presidenciales de 1989 y 1993.

El problema fue que el tiempo pasó, los viejos van muriendo y el padrón electoral se va modificando (aunque muy lentamente en el caso chileno). Con esta renovación aquel discurso "contra la derecha pinochetista" poco a poco comenzó a perder peso y poder real. Fue de esta manera que en 1999 Ricardo Lagos necesito del voto de los comunistas para vencer a un populista y básico Joaquín Lavín y en 2005 fue Michelle Bachelet quien nuevamente necesito de la llamada "izquierda extraparlamentaria" para vencer a la derecha. Esta vez sencillamente no les alcanzó.


La Concertación se emborrachó de sus triunfos no viendo (o no queriendo ver) la realidad. Se conformó con vencer a la derecha elección tras elección sin importar el como, no se detuvo jamás a revisar de manera autocrítica el modelo económico ni de analizar aspectos fundamentales tales como la pésima distribución de la riqueza que existe en Chile o el desigual acceso a derechos básicos tales como la educación y la salud. Poco a poco comenzó a evidenciarse una contradicción vital entre el discurso y los hechos por parte de la coalición oficialista. Por una parte se hablaba de una nación más justa pero hoy recordamos como Ricardo Lagos entregó un país aún más desigual que el que la Concertación recibió en 1990 (que ya era bastante). Se hablaba de participación ciudadana pero los índices de participación real eran cada vez menores. Según SERVEL(1*) si en 1992 un 88% de los jóvenes menores de 30 años se encontraban inscritos en los registros electorales para 2002 la cifra había descendido a un 22%. Aquel dato por si solo ya daba para que la Concertación realizase una respectiva autocrítica, la cual nunca llegó. Muy por el contrario, siempre oímos soberbia "el país nos apoya", "la ciudadanía agradece el camino que hemos adoptado", etc . Todas frases mentirosas que no dejamos nunca de oír durante estos últimos 20 años.


Probablemente dentro de todo el historial de errores de visión por parte de la Concertación el más patético de todos vino a producirse en la campaña presidencial 2009. Michelle Bachelet encumbraba su popularidad por sobre el 80% en las encuestas y el candidato oficialista Eduardo Frei obtiene en primera vuelta un 29% de las preferencias. ¿Qué tal? ¿Cómo se entiende aquel hecho? Algunos todavía andan buscando explicaciones y culpables cuando los errores han estado siempre ahí, a la vista de cualquiera. Sólo había que levantar la alfombra un poco.

La Concertación no quizo ver que sus triunfos no se debían principalmente a las políticas adoptadas durante sus gobiernos sino que a múltiples factores tales como el mencionado "rechazo a la derecha", la lenta renovación del padrón electoral (al inscribirse pocos jóvenes votaban practicamente siempre los mismos elección tras elección) y el carisma de personajes tales como Ricardo Lagos o Michelle Bachelet. Para muestra un sólo botón: ¿Cómo se entiende que medio país haya criticado la famosa LOCE en educación pero luego cuando Michelle Bachelet aprobara la LGE nadie dijese nada? ¡Simple! La mayoría de la gente en Chile ha recibido pésima educación durante 30 años, luego su capapacidad de análisis es nula. La mayoría simplemente se suma a lo que le suena bonito. De ideas nada.

Y llegó la designación del candidato para las elecciones 2009 y los partidos de la Concertación, enceguecidos por tanto triunfo consecutivos, no lograron ver que Eduardo Frei era el peor de los nombres que podían escoger: su imagen venía muy desgastada tras su gobierno (dejó el poder con un 28% de aprobación) , representaba a "las viejos políticos" estancados en el poder y tenía muy poco carisma como candidato. Con todo aquello lo escogieron y ahí están los resultados: derrota frente a una derecha que no pudo ser más torpe a su vez, pero derrota al fin y al cabo.

En mi parecer la Concertación debió perder en 1999 y sino en 2005 también debió perder. Pero cosa curiosa, la poca participación que supuestamente a ellos no les gustaba los terminó salvando. Hoy no deben seguir engañandose. Sólo un 29% de quienes votan (¡que poca gente!) los quería nuevamente en el poder y si aumentaron ese porcentaje a un 48% en segunda vuelta esto se debió exclusivamente al rechazo a la derecha, es decir, a un voto sin convicción, un voto por descarte. Dicho de otra manera: desde hace 10 años que la Concertación era "el mal menor" y con eso les bastaba para triunfar. Hoy cuando les ganó "el mal mayor" creo que es momento de sacar los trapitos al sol y realizar una limpieza profunda en el sector.

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Saludos
Esteban