domingo, 11 de abril de 2010

Los primeros 30 días de Piñera

¡Partimos mal!

Otra cosa es con guitarra - afirma el conocido refrán. Por la boca muere el pez - dice otro. Lo cierto es que el primer mes de gobierno de la derecha chilena ha venido a demostrar que todos los temores en torno a la estatura ética de Sebastián Piñera eran fundados.

Por Esteban Martínez Covarrubias

Extraño el primer de Sebastián Piñera en La Moneda. Marcado principalmente por el terremoto ocurrido el pasado 27 de Febrero en el sur del país pero además por las diferentes polémicas que se han creado en relación a , por un lado, las constantes contradicciones que ha mostrado la administración Piñera y por otro a los llamados "conflictos de intereses".

Bastantes veces se ha "pisado la cola" Piñera en este último par de meses. Situación que ya desde la campaña se comenzó a vislumbrar. Aún recuerdo cuando diseñó como eslogan de campaña la promesa de "crear un millón de empleos" una vez electo. Finalizando la campaña se decidió a aclarar que esta creación sería gradual, es decir, de 250 mil empleos por año. ¡Pequeño detalle!


De la misma manera recuerdo su énfasis a la hora de criticar las practicas de la Concertación en cuanto a la entrega de cargos. Se cuestionó muchísimo (y con justo derecho) por parte de la Alianza por Chile el nombramiento de una serie de cargos públicos. Se habló de "cuoteo político" e incluso de corrupción en muchos casos. "Ningún ministerio será premio de consuelo durante mi gobierno, esta vez imperará la meritocracia" - afirmaba un enérgico Sebastián Piñera durante la campaña . Sin embargo ya en la primera lista ministerial aparecieron los nombres de Joaquín Lavín, Ena Von Baer y Rodrigo Alvarez. Los tres fueron candidatos derrotados en las pasadas elecciones parlamentarias y recibieron un ministerio para que pasaran las penas. ¿Qué tal?

De la misma manera nos encontramos con nombramientos poco éticos en el Ministerio de Salud y la Subsecretaría de Deportes (por mencionar un par de casos). En la primera cartera apareció el nombre de Jaime Mañalich, director médico de la Clínica Las Condes, institución en la cual Sebastián poseía hasta hace poco inversiones en acciones mientras que a cargo de la Subsecretaría de Deportes se encontrará Gabriel Ruiz-Tagle, quien hasta hace poco era Presidente de Blanco Y Negro S.A, institución que también representa interés económico para Sebastián Piñera (es dueño del 14% del club).

¿Ilegal? Claro que no. Pero nombrar en cargos públicos a tus amigos de negocios raya por lo bajo en lo poco ético. Esto fuera de representar un acto gigante de inconsecuencia pues se suponía que esta administración representaría algo diferente a la anterior en al menos el tema de los nombramientos de cargos. Sin embargo nos encontramos al primer nombramiento ministerial con cuoteo político y socio económico. Penoso por ellos y toda la gente que les creyó. Penoso por la política chilena que cada vez se encuentra en peor pie. Penoso por Chile.

Interés, interés, maldito interés

Tema aparte de los nombramientos han sido los descarados conflictos de interes en que increíble y torpemente ha incurrido parte importante del gobierno, partiendo por el mismísimo Presidente de la República. ¿Era predecible esta situación? Por supuesto. Asume en el gobierno personajes que desde siempre han manejado económicamente el país luego era imposible que no se presentasen cruces de intereses. Sin embargo en la práctica no deja de llamar la atención el descaro.

Fuera del ya mencionado conflicto de Jaime Mañalich (director de la Clinica Las Condes y Ministro de Salud) nos encontramos con que Joaquín Lavín es Ministro de Educación pero al mismo tiempo uno de los dueños de la Universidad del Desarrollo, Alfredo Moreno a cargo de Relaciones Exteriores pero al mismo tiempo pertenece al directorio de Falabella , empresa que podría verse beneficiada en las regulaciones comerciales que Moreno establezca con países vecinos. La lista suma y sigue.

Sin ir más lejos el mismísimo Sebastián Piñera no cumplió la palabra de vender sus acciones en LAN antes de asumir su mandato, acciones que terminaron entregando millonarias ganancias a Piñera dado el retraso de la venta. ¿Era necesario llevar el tema tan lejos considerando que desde la campaña siempre se le cuestionó el asunto? ¿Era necesario exponer de esa manera su imagen? ¡Tooooorpe!


Finalmente y para poner una guinda al asunto nos encontramos con que hasta el día de hoy Sebastián Piñera se niega a vender otra de sus empresas de relevancia nacional: el canal de televisión abierta Chilevisión. Este hecho no es menor considerando que es atribución del Presidente el nombrar el directorio del canal estatal TVN, el cual compite directamente con su propio canal y que además esta situación se presta para especular en diversos sentidos relacionados con la libertad de prensa (*1).


Lamentablemente todas estas situaciones que menciono vienen a demostrar que todos los temores que existían en torno a la figura de Sebastián Piñera eran fundados. El hombre juega al filo de la ética y lo que es peor: justifica lo injustificable. Sebastián Piñera decide no dar el ejemplo con su actuar y con esto deja la sensación en el aire de que la Presidencia de la República sólo representa para él un nuevo desafío empresarial. Ni más ni menos.

Saludos
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(*1) El tratamiento de la libertad de prensa por parte de este gobierno quedó en tela de juicio en Marzo pasado cuando en una conferencia de prensa se le prohibió a los periodistas presentes que realizasen preguntas en relación al tema de las acciones de LAN.