martes, 6 de septiembre de 2022

Chile: La República Conservadora.

 

De muerte. Vuelvo acá a escribir y nuevamente ante una derrota. Mi último texto había sido en tiempos donde José Antonio Kast triunfó en primera vuelta de las Presidenciales 2021, y si bien, finalmente fue derrotado por Gabriel Boric en segunda vuelta, el golpe me tocó a un punto en que no quise volver a escribir por un largo tiempo. El caso es un impacto similar el que me trae de regreso. Efectivamente, en un aplastante resultado por donde se mire (62-38), el pueblo chileno en masa, a casi tres años del Estallido Social, se ha volcado a rechazar la propuesta para una Nueva Constitución, llevando el proceso a tierra muerta, a cero, y dejando todo en manos una vez más de la oligarquía nacional, es decir: el congreso. 

¿Se terminó el Estallido? Si, se terminó el Estallido. O se terminó de terminar podríamos decir. Porque señales de que aquella llama se había extinguido habíamos tenido, estuvo la derrota de Daniel Jadue (Partido Comunista) en primarias presidenciales ante Gabriel Boric (una opción que lucía claramente más moderada), también por paliza recordemos, y luego el mencionado triunfo de José Antonio Kast en primera vuelta de presidenciales. Es decir, el pueblo chileno ya había manifestado en urnas en dos ocasiones un "moderamiento" en sus intenciones. Y ojo al dato: en ambas ocasiones fue con voto voluntario, era de esperar que con la presencia de un voto obligatorio ese conservadurismo aumentaría en tendencia. Y bueno, así fue.

En el análisis, los números están a la vista. El Rechazo a la propuesta constitucional ha triunfado en 338 de 346 las comunas del país (paliza), siempre por amplia diferencia, evidenciando el que al existir un voto obligatorio, cinco millones de personas "nuevas" se sumaron al proceso, volcándose todas a la opción de rechazo al texto propuesto. 

Ahí, las razones de esta derrota histórica seguro han sido varias, algunas guardan seguramente relación con el clima que vivimos, es decir, el llamado efecto incumbente, marcado por un clima de incertidumbre económica y un gobierno que luce debilitado para la opinión pública (tal como lucía el de Sebastián Piñera cuando se realizó el plebiscito de entrada, con un resultado igual de aplastante solo que en un sentido contrario), por lo que cinco millones de personas fueron a la urna a castigar al gobierno. Algunos dirán que las fake news cumplieron su objetivo, generando un clima de miedo ante la propuesta constitucional, y seguro tendrán razón, sin embargo, un elemento que no se puede dejar de lado es el fracaso de la Convención Constituyente, la cual no supo leer correctamente el clima nacional, se marearon con la idea de que Plaza Dignidad era Chile y creyeron que el horno estaba para radicalizar los discursos. 

Como sea, la derrota ya está y esta le ha entregado a la oligarquía chilena la posibilidad de perpetuar el modelo económico por la vía "democrática", regulando el proceso a antojo. Y así seguramente será, tienen el sartén por el mango...

1 comentario:

  1. Una gran pena el resultado. Inentendible también. Pero puede pasar sin dudas. Una gran decepción en mi caso cuando me enteré porque ahora nos atañen a todos, estamos unificados los sudamericanos en contra de la derecha liberal. O por lo menos una parte ja. En fin, saludos y suerte con lo que viene...

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