lunes, 20 de septiembre de 2010

Educación II : Desde arriba todo mal

La tercera MIENTE (o al menos manipula datos con intereses políticos)

Tanto la Alianza por Chile como la Concertación insisten en tratar de convencer al país de que el problema de la educación se encuentra focalizado en los liceos Municipales. Los medios de comunicación, como siempre, se suman a la gran mentira. Los hechos, sin embargo, hablan de otra realidad. Una que nadie hoy en día está dispuesta a enfrentar.

Por Esteban Martínez Covarrubias

Lo primero: el contexto. A fines del gobierno de Michelle Bachelet (año 2008 para ser más exacto) el congreso aprobó la llamada "Ley de subvención preferencial" (*1). Esta ley establecía, como su título indica, un aumento en la subvención de los alumnos pertenecientes a los llamados "sectores más vulnerables del país". Este aumento consistía en casi un 50% de su valor. Hablando claro esto significaba que los colegios que tuviesen alumnos con familias de bajos ingresos pasarían a recibir aproximadamente 18 mil pesos más por niño (de 30 mil a 50 mil más o menos sería el avance). La medida venía además con una exigencia para aquellos colegios que contasen con el beneficio y esta era que en un período de 4 años debían mostrar un alza importante en sus puntajes Simce (33 puntos en Lenguaje y 41 en Matemática).

Imposible no comentar lo limitada que me parece la famosa ley. Es mejor que nada claro está
(50 es más que 30), sin embargo, esperar que una medida de este tipo solucione el problema de la educación chilena es de una ingenuidad gigante. Primero porque el dinero es insuficiente (50 mil pesos por alumno no da para exigir ningún tipo de resultado, menos en sectores de extrema pobreza) y segundo porque el problema de la educación en Chile no está focalizado en los llamados "sectores vulnerables" sino que se trata de malos resultados generalizados a nivel nacional. Basta revisar los resultados de Simce y PSU para observar que los sectores de clase media, que acceden a colegios Particulares Subvencionados en su mayoría, obtienen resultados tan malos como los que acceden a colegios gratuitos Municipales.

Y bien, resulta que La Tercera el día de hoy titula en su página 24 que "Colegios municipales han cumplido el 18% de la meta de mejorar el Simce" (*2). Se lanza luego una nota que explica como los liceos Municipales han cumplido solamente con una mínima parte de las metas académicas que se le trazaron durante el gobierno de Michele Bachelet (aumentaron hasta este año sólo 6 puntos en Lenguaje y 5 en Matemática, o sea...¡nada!). La nota además cita a "expertos" que defienden la ley y afirman que el avance es significativo, solo que el tiempo que se les dio a los liceos para mejorar fue muy corto. Con respecto a todo esto tengo dos comentarios que realizar, ambos demuestran que los medios comunicacionales le son absolutamente funcionales a las políticas de mercado que rigen al sistema educativo chileno en la actualidad.

Lo primero es reflexionar el torno al título que La Tercera publica. "Colegios municipales han cumplido el 18% de la meta de mejorar el Simce". O sea, el problema de la educación se encuentra, según la linea editorial de La Tercera, en los colegios gratuitos que dependen del Estado. Lo que ellos apenas mencionan en la nota (dedican sólo 3 lineas al respecto) es el hecho de que los Colegios Particulares Subvencionados (es decir, aquellos que cobran mensualidades que superan los 25 mil pesos por alumno) tampoco han cumplido las famosas metas exigidas por el ministerio (ellos han aumentado 7 y 6 puntos respectivamente en el Simce). Es decir, y vuelvo a insistir pues me parece que ahí se encuentra la tuerca precisa que está trancando este engranaje, el problema no se encuentra en los Liceos Municipales, sino más bien, es el sistema educacional completo el que no funciona. Es el modelo de mercado el que se estableció a mediados de los años 80 y que fue profundizado por los gobiernos de la Concertación el que está absolutamente fracasado.

El segundo aspecto que La Tercera omite mencionar es lo completamente ineficiente que resulta la medida adoptada por el gobierno de Michelle Bachelet y respaldada por la actual administración de Sebastián Piñera. El que, pese al aumento de la subvención por alumno, los colegios se encuentren tan lejos de las metas solicitadas por el ministerio debería movernos a reflexionar en torno a la efectividad de la ley. Sin embargo, es evidente que dicha discusión no es prioritaria hoy en día.

Si mantenemos como país la política de aspirinas en educación difícilmente obtendremos resultados diferentes a los que se vienen dando desde hace más de 10 años. Es necesario terminar (si, terminar) con el modelo de mercado que reúne dentro de un mismo establecimiento a niños provenientes de realidades socio económicas similares (colegios gratuitos para pobres, colegios de 20 mil pesos para pobres con ambos padres trabajadores, colegios de 50 mil pesos para clase media profesional, etc ). Debemos proponer otro sistema educativo, uno que permita el cruce social entre familias y así dispersar las carencias para poder focalizar el trabajo y no encerrar 40 necesidades similares dentro de una misma sala de clases. Además es necesario de manera urgente aumentar la subvención por alumno de manera importante. Eso sólo para recién comenzar a soñar con otro país, otro Chile, uno más justo, uno más digno.

(*1) Ley se subvención preferencial: Lo que hay que saber