domingo, 24 de julio de 2011

Movilizaciones estudiantiles II

¿Ya está? 

Hoy, cuando veo a miles en las calles solicitando que el gobierno modifique políticas estructurales, recuerdo cuando mi abuela me decía que no había que "pedirle peras al olmo". 

Por Esteban Martínez Covarrubias

¡Y se obtuvo respuesta! Se tomaron colegios los secundarios, pararon universitarios, marcharon miles y finalmente Sebastián Piñera habló frente al país. ¿El mensaje? Más becas, financiamiento para el crédito con aval del estado (de paso una iniciativa para reducir el interés de este) y en definitiva, mayor inversión para mejorar el acceso a la educación superior. ¿Alguna insinuación de reforma estructural tanto en educación primaria, secundaria o superior? Ninguna. 

Vemos de paso como poco a poco las movilizaciones pierden fuerza, lo cual me parece lógico. Esta tendencia debería ir en aumento con el correr de los días, más aún tomando en cuenta la medida por parte del gobierno de sacar a Joaquín Lavín del Ministerio de Educación y colocar en su lugar a un rostro nuevo como el de Felipe Bulnes.  Asume con esto el gobierno que con Lavín a cargo la problemática no se solucionaba y era mejor colocar al frente a un rostro que generase menos rechazo. 

El conflicto comienza a ceder. Se retomarán poco a poco las clases ¿Fracasó el movimiento entonces?... ¡En absoluto! Solo que la pelea cambia de frente

En lo personal me parece que ha llegado el momento de que los jóvenes chilenos entiendan que de la derecha y la Concertación no se ha obtenido nada en 20 años por lo que hay que parar de exigir el que realicen cambios y realizarlos sin ellos. La lucha debe cambiar de escenario. Se debe entender que para que cambien de verdad las cosas en este país, para que termine el negocio de la educación, la salud o los medios de comunicación, primero debe transformarse el sistema democrático y político chileno. En palabras simples: esto se cambia con leyes y mientras sean los mismos de siempre los que dirijan el congreso y el gobierno, cualquiera pataleo terminará siendo inútil. 

Basta de pedirle peras al olmo. Cuando Sebastián Piñera afirma que "la educación es un bien de consumo", tenemos claro que le sale del alma. Es lo que él cree y está en pleno derecho de hacerlo. Cuando vemos a una Concertación cómplice y ejecutora de un sistema educativo tan macabro como en chileno, entendemos que nada más podemos esperar de ellos. Entendemos que ellos ya hicieron su tarea, terminar con la dictadura y re instalar un sistema democrático en el país (bastante imperfecto por cierto), pero que sus tiempos ya deben pasar. 

Es necesario construir nuevos fuerzas políticas que nos permitan creer de verdad el que otro Chile es posible. Es necesario que se rompa de una vez por todas este entramado que nos tiene absolutamente presos del mercado. ¿Y quien va a cambiar todo eso? ¿Los mismos viejos vinagres que vienen votando desde hace 20 años?  ¿Las mismas viejas que venden su voto en la feria por unos lentes y un calendario? No. El cambio pasa por la juventud. Por esa masa desinformada que posee entre 20 y 35 años y que no participa de todo esto. Por esos miles de jóvenes de primer, segundo o tercer año de universidad cuyo sentido común les dice que algo está mal o por esos jóvenes de 15 o 16 años que hoy se han tomado un colegio pero que en 2014 estarán en edad de votar. Es de esperar que todo este conflicto por la educación (arrastrado desde 2005 incluso) haya sembrado una semilla de malestar que genere frutos más pronto que tarde.