sábado, 7 de enero de 2012

Inscripción automática + voto voluntario


Se viene el estallido...

Aún no está 100% aprobado, debe pasar por el tribunal constitucional pero tal parece que la inscripción automática + voto voluntario va. El tribunal tiene hasta el 31 de enero para darle el pase de manera que la modificación pueda ser aplicada en las próximas elecciones municipales a fines de 2012. Entonces... ¿se viene o no el estallido? Esperemos que si.

Por Esteban Martínez Covarrubias

Nobleza obliga. Debo partir este escrito reconociendo que me ha sorprendido por completo la decisión por parte del gobierno y el congreso de legislar en favor de la inscripción automática + voto voluntario. Se que fue promesa de campaña pero dados los números que muestran las encuestas, en donde se aprecia un claro y sostenido rechazo por parte de la ciudadanía frente a los partidos políticos, pensé que echarían pie atrás con la idea. Pensé que no cumplirían pero lo han hecho y eso hay que comenzar reconociéndolo.

Ahora, el voto voluntario representa un riesgo gigante, incluso un potencial quiebre de la "estabilidad democrática" que ostenta Chile y el mundo político ha decidido, no se si consciente o inconscientemente, asumir ese riesgo. ¿Dije quiebre? ¡Claro! Si las aguas eran fácilmente encausables con un padrón electoral inmóvil. Dicho en palabras simples: en Chile vienen votando practicamente los mismos durante los últimos 20 años. Los que se inscribieron en 1987 para votar en el plebiscito son los que han votado en todas las elecciones siguientes, con un tímido componente de renovación, demasiado débil como para generar un cambio direccional importante (alcanzó eso si para sacar a la Concertación del poder tras 20 años, algo es algo). 

Y bueno, con esta medida se "resetea" el padrón. Podrá votar quien se motive por hacer la rayita. Asunto que me parece modifica por completo el escenario político actual. Los partidos ya no tienen un cliente plenamente identificado, deberán por tanto mejorar y transparentar sus ofertas. Hoy cualquier ciudadano mayor de 18 puede ser un potencial votante, lo cual debería implicar una mejora en la calidad de nuestra democracia. 

Además, el sentido común me dice que debería producirse un importante recambio entre los electores. Por un lado deberían retirarse de manera voluntaria personas mayores y los "poco interesados" en participar (aquellos que acudían a votar solamente por temor a la multa), por otro se sumaría población joven. Es decir, el padrón se sincerará de todas maneras, respondiendo de manera clara y tangible una pregunta que muchos nos venimos haciendo desde hace años: ¿Cuántos chilenos se sienten efectivamente motivados a participar en nuestra democracia? 

Pero no solo tendremos claridad en torno a aquel dato sino que además, el voto voluntario está en condiciones de poner en jaque el sistema democrático que nos viene rigiendo desde hace ya más de 20 años. En ese sentido, la democracia tutelada, el experimento democrático  chileno post dictadura tambalea frente a los siguientes escenarios posibles:

El primero: muchísima más gente se retira del sistema que la que ingresa, es decir, el escenario actual de poca participación se agudiza.

El segundo: los niveles de participación se mantienen (o incluso aumentan) en comunas de mayores ingresos pero disminuyen notablemente en comunas de clase media/baja. Es decir, se agudiza poca participación y representatividad.

El tercero: Se produce un recambio de votantes pero cuantitativamente la participación se mantiene (6.5 millones aprox). Ahora, quienes ingresan al sistema no apoyan a la derecha ni a la Concertación, sino que a opciones alternativas, opciones que gracias al sistema binominal no son electas, es decir, la participación se mantiene pero se agudiza la poca representatividad de los sectores electos.

El cuarto: el estallido. Es el escenario más caótico de todos pero el menos probable de ocurrir a la vez. La población que se incorpora apoya a opciones alternativas a la derecha y Concertación, logrando que estas resulten electas. El sistema tambalea al incorporar fuerzas no aliadas con el orden político actual. El quiebre de las coalisiones actuales se torna inminente. 

Existe un quinto escenario, el único favorable al actual orden político: luego de la renovación parcial del padrón los resultados son similares a los que hasta ahora se registran. Es decir, la población chilena sigue apoyando a la Concertación y la derecha. El sistema se fortalece y nos olvidamos de las modificaciones profundas al modelo. 

En este sentido los asesores políticos del gobierno han sido astutos al apurar la iniciativa de manera que esta  se apruebe pronto y así pueda ser "probada" en las municipales 2012, es decir, una elección menor en relación a las presidenciales de fines de 2013. Si se llegase a dar o a preveer uno de los 4 escenarios complicados que anteriormente mencioné, está la opción de recular y volver al sistema antiguo. 

Ahora, sea como sea, me parece que vivimos como país un momento crucial, similar al que se vivió a comienzos de la década de los 90. Las puertas se están abriendo para el ansiado cambio de paradigma, para un nuevo lineamiento direccional y veremos si nuevas fuerzas emergen con la capacidad de aprovechar esta oportunidad. Algunos creen que la población chilena es muy conservadora y siempre optará por el status quo. Sin embargo, yo aún tengo fe en Chile y su destino. Creo que es necesario volver a soñar.