domingo, 12 de julio de 2009

Marco I

Animal político

Probablemente el personaje que vino a salvarnos de lo que habría sido una elección presidencial aburridísima y predecible fue Marco Enriquez-Ominami. Bien por él, bien por todos nosotros.

Por Esteban Martínez Covarrubias

Puede gustarnos o no. Podemos estar de acuerdo con sus planteamientos o puede que no. Podemos entender su pronunciación o quizás no. Pero en donde si debemos estar todos de acuerdo es en que la irrupción del personaje Marco Enriquez-Ominami vino a darle sabor a una elección que hasta Enero de este año se asomaba como una de las más aburridas del último tiempo.

¿Aburrida porqué? Pues porque representando a los dos bloques mayoritarios del mundo político nacional se nos presentaba a dos candidatos muy similares a primera vista: Frei / Piñera , Piñera / Frei. Como usted prefiera. Ambos empresarios, católicos bien nacidos, democratacristianos, liberales en lo económico, conservadores en lo valórico. Ahora, por supuesto que si hilamos fino encontramos diferencias importantes entre ambos. Frei apuesta por una participación mayor del Estado en las políticas nacionales, Piñera habla del clásico "Estado eficiente". Frei habla de terminar en educación con la municipalización , Piñera habla de aumentar las subvenciones por alumno y modificar el estatuto docente. Y así, diferencias existen, pero a la larga son más las similitudes que las diferencias.

Por otro lado, en las candidaturas alternativas nos encontrábamos con un Partido Comunista que desde hace mucho renunció a sus intenciones de ser oposición, encontrándose hoy más cerca que nunca de la Concertación. Ellos justamente funcionando en aquella linea han presentado a Jorge Arrate como candidato, pero ha sido incluso el mismo Arrate quien desde ya asume que su figura es practicamente nominal, por cumplir. Pretenciones de arrebatarle realmente votos a la Concertación no existen.

Finalmente existía la alternativa de Adolfo Zaldivar, pero este también es democratacristiano, proveniente de un mundo muy similar al de Piñera y Frei, luego tampoco le agregaba demasiado condimento a la elección.

En medio de aquello fue que Marco Enriquez Ominami levantó la mano y dijo "yo también quiero competir". Frente a los ojos incrédulos de la Concertación decidió plantear su candidatura y fue, por cierto, el primer candidato en poner al alcance de los electores su programa de gobierno.

Marco ha sido honesto desde un comienzo: su intención nunca ha sido la de destruir a la Concertación, sino la de generar un debate al interior de la coalisión al punto de demostrar la necesidad de reconstituir los principios de esta, renovando ideas y formas de hacer política. En su discurso suele afirmar el que los partidos de la Concertación están demasiado acomodados en sus puestos y de ahí el que no vean la necesidad de generar cambios profundos en áreas escenciales para todos los chilenos.

¡Recordemos algo! Desde 2005 Marco Enriquez Ominami viene mostrando diferencias importantes con el manejo actual de la Concertación. En ese entonces coqueteó con el Juntos Podemos Mas para lanzar su candidatura a diputado por la quinta región, sin embargo supongo habrá primado en él la idea de realizar los cambios "desde dentro" y decidió finalmente ir en la lista del Partido Socialista. Aquella militancia vió su fin hace poco más de un mes cuando Marco comprendió que no había posible concordancia entre el mantener su candidatura y su militancia en el PS. Hacer el cambio desde dentro definitivamente no funcionó.

Desde entonces su candidatura ha generado mucho ruido en los medios. Principalmente por la importante adhesión que Marco ha conseguido considerando los pocos medios económicos con que cuenta y el mínimo piso político que posee. La última encuesta CEP le entregó un 13% de apoyo y poco a poco van apareciendo sectores políticos que tienden a acercarse a su figura. No son pocas las voces que consideran cuerdo el que las distintas candidaturas de izquierda que existen armen una sola lista y concentren sus fuerzas detrás de un sólo programa. Pareciese ser que el Partido Humanista ha comprendido esta necesidad recientemente y al no ver en la candidatura de Jorge Arrate un programa claro de oposición a la Concertación han insinuado el entregarle su apoyo como partido a Enriquez Ominami.

Los aportes de Marco Enriquez Ominami a esta elección han sido múltiples: en primer lugar ha llenado ese necesario cupo alternativo que como mencionaba en un comienzo no existía a comienzos de año, Marco ha recogido el llamado "voto de rechazo a las políticas actuales" con un discurso fresco e inteligente (discurso que habitualmente era utilizado por la izquierda), en segundo lugar ha puesto en la mesa distintos temas, obligando a Frei y a Piñera a mostrar propuestas más que discursos en materias económicas y valóricas.

El desafío de Enriquez Ominami para este segundo semestre creo que está en defender su programa de gobierno en los medios, mostrarse como más que un fenómeno mediático. Para ser presidente la gente debe votar por ti porque cree en tu figura o proyecto. No debe olvidar Enriquez Ominami que la carrera a La Moneda es un camino en general muy largo. Y siendo realistas es muy dificil que en esta elección Marco pase a segunda vuelta, es probable que su misión esta vez sea posecionar su figura y su discurso como una alternativa real de gobierno, pensando quizás en 5 o 10 años más, cuando en ese entonces quizás si estén dadas las condiciones para salir electo y para conciliar el apoyo de distintos sectores políticos del país.

Afirmo esto pensando en las dos principales dificultades que enfrenta su candidatura: la sensación de que esta más que una propuesta real por el bien del país es un "gallito" que quiere ganarle a la dirigencia del Partido Socialista y en segundo lugar, el poco apoyo real que tendría en el congreso un eventual gobierno de Enriquez Ominami. El bien sabe que nadie gobierna sin los partidos.

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