jueves, 4 de agosto de 2016

José Piñera: la desfachatez hecha ser humano.


Resulta imposible mantenerse al margen de lo ayer presenciado: José Piñera en Mega y TVN hablando acerca de su gran invento con una desfachatez pasmosa, desconociendo cifras, pidiendo un reconocimiento frente a su obra, exigiendo respeto por el gobierno dictatorial de Augusto Pinochet Ugarte, tratando al periodista que tenía en frente de ignorante, a la prensa de ser un motor de desinformación, eso y mucho más en el que probablemente sea recordado como uno de los momentos más polémicos de los últimos tiempos en televisión abierta. 

José Piñera se baja de su avión y nos muestra su universo paralelo, uno en donde el sistema de pensiones funciona de manera asombrosa, como un Mercedes Benz se ha atrevido a decir, y los chilenos somos entre ignorantes y mal agradecidos por no reconocer aquello. Las pensiones míseras entonces son una mentira y si existen son únicamente a causa de un mercado laboral inestable, culpa por supuesto del actual gobierno de Michelle Bachelet, el cual ha impulsado una alza de impuestos injustificada y que le ha causado un daño tremendo al país. De igual forma, las inmensas ganancias de las AFP también son una mentira (o si existen están justificadas) y las marchas de la gente por las calles son manejadas por una prensa poco confiable. 

José Piñera saca un papel y se burla de millones de chilenos. Asegura con el que una persona que cotice por 30 años seguidos en promedio recibe 650 mil pesos, y riendo le pregunta al periodista : ¡¿Te parece poco?! Continúa su show con alabanzas hacia el sistema de libre mercado, el cual afirma ha llevado a Chile a reducir sus índices de pobreza y ostentar un ingreso per capita de 23 mil dolares (unos 15 millones de pesos), y así..., una verdadera locura. 

Se puede entender y respetar incluso el que una persona siga confiando en el libre mercado como la mejor vía para el desarrollo de las personas. Lo podremos compartir o no, pero es totalmente válido. Pero lo que no se puede aceptar es la insolencia, el tener que oír un cuento de hadas, halagos frente a la miseria de millones, porque alguien debería explicarle a José Piñera que si, lo que su sistema de pensionas ha generado tras más de treinta años de existencia es miseria e injusticia. Mi única conclusión frente a tamaño descaro es que esto tiene que terminar. No se cuando, pero tiene que terminar, espero estar vivo y poder presenciar el fin de esta pesadilla.  

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