lunes, 14 de diciembre de 2009

Resultados Presidencial

Ganadores en problemas

Listos los resultados de la primera vuelta: Piñera 44.05% , Frei 29.6 % , ME-O 20,13% y Arrate 6.21%. Entonces, ¿Ganaron Piñera y Frei ?, no me parece.

Por Esteban Martínez Covarrubias

Cada uno de los comandos parecía tener alguna razón para celebrar tras los resultados de la elección presidencial realizada el día domingo. Sebastián Piñera celebra el haber superado la barrera del 40%, Eduardo Frei el paso a segunda vuelta de manera más o menos holgada, Marco Enríquez-Ominami ser el primer candidato independiente que logra tan alta votación en la historia de Chile y Jorge Arrate el obtener un resultado histórico para la izquierda chilena. Eso en el discurso oficial, ahora, en la intimidad sabemos que algunos ganaron más que otros e hilando fino me parece que los dos candidatos que quedan en el camino esta vez son los que más razones para celebrar tienen.


¡De atrás para adelante! Jorge Arrate y el Partido Comunista tienen razones de sobra para celebrar. En primer lugar por lo evidente, el 6.21% logrado es la votación más alta en la historia de la izquierda chilena en la etapa post-dictadura y tiene el mérito de ser completamente puro, es decir, cada uno de los 430.824 chilenos que escogieron la opción de Arrate votaron por ideales y convicciones. Votaron por un proyecto de país y no por un cartel publicitario. En un país en donde los millones de dolares que se invierten en campaña espantan, el que un candidato convenza a tantas personas sólo con el mérito de su discurso me parece notable. Jorge Arrate fue un excelente candidato, fue por lejos quien mejor se dirigió al país en los dos debates transmitidos por televisión abierta y quien aprovechó de mejor manera su franja televisiva. Prueba de esto fueron sus consecutivas alzas en las encuestas y el porcentaje final obtenido.

Además, la elección de 3 diputados por parte del Partido Comunista transformaron al pacto "contra la exclusión" en un completo éxito y permiten que por primera vez desde 1990 diputados "no-neoliberales" participen en la discusión parlamentaria.


Marco Enríquez-Ominami celebró su 20% como si hubiese ganado la elección y la verdad es que no era para menos. Su candidatura sumó desde la nada y alcanzó un apoyo que en sus inicios jamás nadie imaginó. Este apoyo le da una plataforma sólida para trabajar de aquí a futuro con la confianza de que su mirada crítica en relación al agotamiento de las dos coaliciones que gobiernan el país es acertada y compartida por parte importante del electorado.

¡Cuidado eso si! Que las candidaturas "eternas" corren el riesgo de terminar agotándose y cayendo por su propio peso. ME-O deberá encontrar un equilibrio entre el no sobre exponer y desgastar su imagen (como le ocurrió a Lavín tras la elección de 1999) pero a la vez intentar participar del debate político nacional, aspecto que le será particularmente complicado al no contar con ningún parlamentario electo (a diferencia de la opción comunista).


Por otra parte, si hay un sector que la tiene difícil para esta segunda vuelta es el de Eduardo Frei. Gastó muchísimo más dinero en campaña que Marco y contó con el apoyo de la maquinaria de gobierno, sin embargo no alcanzó a obtener ni siquiera un tercio de las preferencias en primera vuelta. Muy poco para una candidatura oficialista ese 29%, un porcentaje que viene a demostrar mi tesis de que la Concertación viene sosteniéndose en el poder desde hace una década en base a rostros carismáticos y nada más: Lagos "el papá mandón", Bachelet "la mamá simpática". Hoy cuando el candidato era más bien "el tio latero" la gente dió la espalda. Si el candidato hubiese sido Insulza o incluso Soledad Alvear es seguro que los resultados habrían sido mejores, pero no por ideas sino por rostros. La Concertación desde el punto de vista ideológico es una coalisión absolutamente muerta. Un cadaver en coma que se mantiene en vida solamente gracias a ese tremendo pulmón artificial llamado PODER. Es probable que la derecha chilena esté en tan malas condiciones como la Concertación, sin embargo las ansias de llegar a La Moneda le entregan una convicción que no se observa en la coalisión oficialista.


Ahora, el que Sebastián Piñera llegase adelante en primera vuelta no fue sorpresa para nadie, no existen razones por ahí para que su sector celebre. Tampoco deberían haberlas en el porcentaje obtenido, pues dada la cantidad de quiebres internos que sufrió la Concertación y considerando que la centro izquierda fue a la elección con 3 candidatos (Frei, ME-O y Arrate) un 44% no me parece un resultado tan alentador, de hecho es el menor obtenido por la derecha desde 1994.

¿Entonces que celebra Piñera y la Alianza? Me parece que ellos más que sus logros celebran el mal resultado de Frei. A Piñera le convenía que ME-O sumara apoyo pues este evidentemente en su mayoría le restaba a la opción de Frei y de la misma manera todas las esperanzas de la Alianza por Chile para segunda vuelta pasan porque el rechazo del votante ME-O hacia la figura de Frei sea tan grande que opten por caras nuevas para el siguiente gobierno y con esto voten Piñera.

Y bueno, ya vendrán los análisis en torno a las propuestas tanto de Frei y Piñera para la segunda vuelta, sin embargo por lo pronto me parece que en realidad ni Piñera ni Frei tenían el domingo por la noche demasiadas razones para celebrar los resultados de la primera vuelta. Sabemos que para las cámaras hay que poner sonrisitas y discursear bonito, pero ambas candidaturas tienen más que claro que para segunda vuelta la tienen complicada.

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Esteban







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